Hace un par de semanas salí de un periodo de vacaciones muy diferente al que solía tomar los últimos años. Llevo pintando desde 2009 y siempre hay un punto en el trabajo y en la vida( bueno 1 no, varios) en el que te planetas lo que quieres, lo que eres y lo que esperas conseguir; es una de estas reflexiones la que he decidido plasmar de vuelta al trabajo, esperando que sirva como catarsis emocional, como conclusión y también como una nueva manera de dar sentido y seguir motivada con lo que pinto en la calle.
CONTEXTO:
El mural ha sido realizado en el marco del proyecto DOCKS , en la ciudad de Almere en los países bajos, gracias a la iniciativa de Distrito 13 (DC13) y Amsterdam Street Art (ASA). Con la participación de 21 artistas nacionales e internacionales quienes intervinieron al completo los 100 metros lineales preparados para la intervención.
CONCEPTO:
La palabra ESPERANZA es comúnmente usada como sinónimo de “positivismo” en un contexto en el que solemos decir que todo estará bien , entendiendo ese “bien” como la materialización de nuestros sueños y deseos cumplidos, lo que consideramos que es mejor para nosotros en ese momento especifico. A mi, por otro lado, me interesa más separar este concepto de Esperanza del positivismo y ahondarlo en su verdadera forma, a través de una frase que lei no hace mucho :
«La esperanza no es la convicción de que algo va a salir bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte» Václav Havel.
Una vida sin esperanza seria entonces una vida vacía en la que no existiría un aprendizaje y una evolución constante de quienes somos; repensarnos y aceptar que nuestros deseos, metas y objetivos vitales cambian con los años es, en mi opinion, el camino mas fácil hacia la felicidad, entendiendo que nuestras desiciones no son correctas o incorrectas, sino que son fruto de una version de nosotros mismos en un espacio, tiempo y situación determinados. Arrepentirnos de las decisiones del pasado crea una distorsión de quienes somos y una frustración innecesaria, ya que sometemos a juicio a una version nuestra del pasado con el conocimiento que tenemos del futuro, deseando haber hecho las cosas de manera diferente creyendo que ese camino nos llevaría hacia una version mejorada del presente, sin tener en cuenta quienes éramos y que queríamos en el momento de dicha decisión.
Siempre me he preocupado mucho por la evolución dentro de mi trabajo, pero nunca me había dado cuenta de que esa sed de cambio viene intrínsecamente de lo que espero de mi misma y de como me visualizo constantemente. Hasta no hace mucho pensaba que la idea de ver siempre un cambio venia de estímulos externos, de la inmediatez de las comunicaciones virtuales y de la cantidad de información nueva que necesitamos a diario para mantenernos en una idea de progreso, que se asocia con que todo sera mejor, pero que realmente responde mas a una idea de adaptación y cambios constantes.
Evolucionar es transformarse y es para mi, una consecuencia directa de vivir en una vida en donde la esperanza da sentido a nuestras acciones, pensamientos y sentimientos, ayudándonos a adaptarnos a nuestra realidad inmediata; tener la convicción de que con cada cambio llegaran nuevas herramientas para sortear las dificultades y disfrutar de las alegrías, aceptar que nunca estaremos seguros de nuestro futuro pero que si somos lo suficientemente consientes de nuestras fortalezas/ debilidades y valientes para perseguir lo que queremos, lo que nos hace sentirnos plenos y felices, aun si nada sale como lo planeamos hay una certeza que siempre permanecerá con nosotros y no es otra que saber que siempre estaremos en paz con nosotros mismos, y no puede haber mayor satisfacción que esa.